jueves, 26 de marzo de 2015

Nada de nada.

Nada de nada.
Por Elvira Luna Pineda*


Una de mis autoras predilectas en lecturas de construcción de entornos de paz es sin duda Jean Shinoda Bolen. En una de sus más grandes obras literarias, “Mensaje urgente a las mujeres”, se refiere al poder visible de las mujeres unidas y nos comparte varios relatos de mujeres que descubrieron que juntas podían cambiar el rumbo de las cosas. Uno de estos relatos es el siguiente: “En un poblado de Uganda, una mujer era asiduamente víctima de las terribles palizas de su marido. Al igual que muchas mujeres maltratadas, cada vez que sus compañeras expresaban su preocupación declaraba ser merecedora de los golpes; sólo cuando ellas le hicieron ver que, si su marido la mataba, sus hijos se quedarían sin madre, accedió a dejarse ayudar. La solución fue un silbato de plástico. La siguiente vez que su esposo empezó a golpearla, ella silbó, y las mujeres de las chozas circundantes, al oír el silbido, acudieron de inmediato a la choza. Cada una de ellas fue pidiendo al marido: {Pégame a mí, pégame a mí}. Al verse desafiado de esta manera, el hombre no golpeó a ninguna. Pronto todas las mujeres del poblado llevaban uno de aquellos pequeños silbatos de cinco centímetros, y ninguna de ellas volvió a ser golpeada. Esta idea del silbato fue pasando de un pueblo a otro, lo cual acabó con el maltrato a las esposas, y afianzó interiormente a las mujeres. El movimiento de los silbatos de cinco centímetros acabó dando lugar a una legislación que declaraba ilegales en Uganda los malos tratos dentro del matrimonio”.
En nuestro estado y particularmente en Mexicali existe una gran preocupación social por los sucesos violentos que han dado como resultado la desaparición de mujeres y su ulterior muerte, siendo encontrados sus cuerpos abandonados en parajes solitarios, canales e incluso enterrados a unos pasos de su casa familiar como el lamentable caso de la niña Janeth Lizbeth. Esta preocupación ha sido el factor del despertar ciudadano en el cual las mujeres al verse en riesgo ante la inacción de las autoridades han iniciado planes de prevención, tanto individuales como familiares para salir de casa y regresar en forma segura. No debe pasar inadvertido el surgimiento en redes sociales del “Apagón femenino”, invitación que  recibimos gran cantidad de mujeres mexicalenses con la finalidad de que las mujeres nos solidarizáramos con las víctimas de desaparición y feminicidio, y elimináramos nuestra foto de perfil para lograr que los hombres se preguntaran ¿dónde están las mujeres? Esta iniciativa ciudadana ha causado muchas reacciones, incluso está siendo una plataforma de propuestas en la cual mujeres madres de familia, estudiantes, profesionistas, obreras, mujeres pues; están compartiendo lo que se necesita ahí en la colonia, ahí en la parada del camión, ahí a la salida de las escuelas donde rondan carros desde los que desconocidos siguen y acosan a niñas y adolescentes. Esta y otras acciones e iniciativas ciudadanas que las mujeres están emprendiendo en Baja California no pueden ser desdeñadas, ni por la sociedad ni por las autoridades. Las mujeres estamos alzando un grito por la paz que no puede causar NADA DE NADA. Y, ¿qué significa nada de nada? “Dime cuánto pesa un copo de nieve, preguntó un gorrión a una paloma silvestre}. NADA DE NADA, fue la respuesta. En ese caso, he de contarte una historia, dijo el gorrión. {Me había sentado en la rama de un abeto, muy cerca del tronco, cuando empezó a nevar. Como no tenía nada mejor que hacer, me dediqué a contar los copos de nieve que iban cayendo sobre los brotes y agujas de aquella rama. Conté 3,741,952. Cuando el copo número 3,741,953 se posó sobre la rama -nada de nada, como dices- la rama se desgajó}. Tras contar esto, el gorrión se alejó volando. La paloma, que era desde los tiempos de Noé una autoridad en la materia, pensó en el cuento un rato y, finalmente, se dijo a sí misma: Quizá falte solamente la voz de una persona para que la paz venga al mundo". Referencia de Jean Shinoda Bolen.