lunes, 6 de julio de 2015

Estado vs. Mujeres y niñas.

Estado vs. Mujeres y niñas.
Por Elvira Luna Pineda

Hace apenas unos días el mundo entero celebró que Cuba se ha convertido en el primer país en eliminar el VIH de madre a hijo durante el parto. Sin embargo respecto a este tema el informe del Grupo de Trabajo conformado para atender la solicitud de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres en Baja California nos revela información sobre las acciones y omisiones del estado. Analicemos.

Muerte de mujeres por VIH y transmisión neonatal

El informe aludido revela que “en los años 2005, 2010 y 2013, en términos absolutos, Baja California ha ocupado los primeros cinco lugares respecto a la mortalidad por VIH de mujeres. En 2005 ocupaba el quinto lugar, en 2010 subió al segundo lugar y actualmente, se ubica en el cuarto lugar”. Pareciera no importar que las mujeres en Baja California enfrentan condiciones adversas, enmarcadas –como lo señala el informe- en un contexto de diversidad y migración complejo que coloca a las mujeres en una situación de mayor vulnerabilidad.

El Grupo de trabajo señala que la tasa de mortalidad femenina en los últimos quince años en Baja California ha ido en aumento.

Tijuana es el municipio de Baja California en donde tiene lugar la tasa de mortalidad femenina más elevada por VIH, “con una tasa cinco veces mayor que la de Mexicali, seguida por los municipios de Tecate, Ensenada y Mexicali. Es decir, en Tijuana ocurren el 83.6% de las muertes femeninas por VIH en la entidad.

Una causa de muerte materna y neonatal, con la cual Baja California se ha posicionado invariablemente en los primeros vergonzosos lugares a nivel nacional, sin constatar políticas públicas eficaces para prevenir la muerte de mujeres, además de la transmisión neonatal.

Hay casos tan desafortunados de madres con VIH que en forma continua –casi cada año- tienen un hijo en algún hospital general del estado, sin que el sistema de salud registre este caso e incluya a estas mujeres en tratamientos y procedimientos médicos que prevengan que en un nuevo parto la transmisión se dé, originando que el niño o niña recién nacido sea infectado de VIH y desde su nacimiento prácticamente sea condenado a la discriminación y a una vida sin calidad por motivos obvios.

¿Por qué el desdén o el desinterés del estado? Señores y señoras, las mujeres están muriendo por tantas causas prevenibles en Baja California, sin que el gobierno asuma su real responsabilidad. Les vemos felices y proactivos en campañas y precampañas insertando a sus esposas, novias, hijos, amigos o socios en espacios de poder y candidaturas; con ese mismo interés y entusiasmo la ciudadanía de Baja California quiere verlos trabajar y cumplir con la función oficial que les fue encomendada. Qué bonito sería.

Omisión de la NOM-046

Otro aspecto altamente relevante que este estudio visibilizó es la omisión de la aplicación de la NOM-046 en la Secretaría de Salud del estado. La NOM-046 establece dos obligaciones claras y precisas a los prestadores de servicios de salud: la detección de la violencia y la notificación de casos al Ministerio Público, obviamente para que este inicie las investigaciones de la probable victimización y tome las medidas legales que corresponden.



Al analizar el informe sobre este tema, se expone que el Sistema de Salud sólo llega a dar aviso al Ministerio Público en más de una tercera parte de los casos, a pesar de los niveles de repetición de eventos de violencia, lo que restringe e imposibilita que las mujeres que han sido víctimas en casi dos terceras partes no tengan acceso a una serie de servicios como la consultoría legal o incluso la referencia a un albergue o refugio, acciones que incluso pueden prevenir sucesos de  violencia futuros, con total independencia a la decisión de denunciar o no.


Defunciones de mujeres con presunción de homicidio.

No debe pasar desapercibido para la ciudadanía de Baja California que no obstante que el estado ha reportado 677 asesinatos de mujeres y niñas del 2008 al 2015, de los cuales sólo ha consignado 152, permaneciendo en el limbo de la impunidad 525 asesinatos de mujeres y niñas; pues esto no es todo, además el informe revela un análisis que realiza el Grupo de Trabajo sobre la defunción de mujeres con presunción de homicidio, en un periodo de 1985 a 2013.

El Grupo de Trabajo señala que “Se trata de decesos de víctimas del sexo femenino por agresiones, en los que la persona que llenó el certificado de defunción consideró que había elementos suficientes para suponer que se trataba de un homicidio”. ¿Y que revela el análisis? Uno de los aspectos que desde mi opinión debe llamarnos poderosamente la atención es que, las defunciones de mujeres con presunción de homicidio en el año 2009 tuvieron su máximo histórico, con una tasa tres veces mayor a la nacional, y coincidiendo con esto, en forma absurda, casual, omisa o en forma inexplicable en este mismo año de 2009 con todo y este repunte de muertes sospechosas la proporción de necropsias realizadas disminuyó drásticamente. Qué raro, ¿no les parece? Esto nos indica que además no todos los asesinatos de mujeres tienen abierta una investigación. Esto es muy grave.

Derivado de esta práctica inexplicable del estado ante la muerte sospechosa de mujeres, el Grupo de Trabajo instó a las autoridades de Baja California “a redoblar esfuerzos a fin de garantizar que en todos los casos se realicen las necropsias correspondientes, obligatorias en este tipo de defunciones”.

Muertes maternas y servicios de salud “perpetradores de violencia obstétrica

No conformes con esto, nuestro estado también muestra alto sospechosismo en muertes maternas.

El Grupo de Trabajo identificó y documentó que “Durante las visitas in situ se documentó que el personal que atiende el servicio de gineco-obstetricia y de urgencias no se encuentra adecuadamente capacitado para el cumplimiento de la NOM referida, ya que no realiza detecciones ni referencias oportunas a los servicios especializados para este fin y se ha convertido en perpetrador de violencia obstétrica: reprimendas injustificadas, humillaciones por las características sociodemográficas de las pacientes y tratos irrespetuosos.

Por si esto no resultara altamente preocupante, el Grupo de Trabajo se topó con lo que considera “presunción de ocultamiento de muertes maternas por el Sector Salud estatal y la dilación en la investigación de las muertes que resultan sospechosas en su diagnóstico…” ¿Qué significa esto? ¿Por qué las madres en Baja California están muriendo por causas prevenibles en las salas de parto, sin que al gobierno le interese?






El informe refiere que “A partir de la información proporciona por la DGIS, -Dirección General de Información en Salud del Sector Salud estatal-  se desprende que desde el 2011 se han incrementado los casos sospechosos y que no existe una tendencia clara por la falta de respuesta oportuna. En 2013 se obtuvo una respuesta oportuna en todos los casos. Sin embargo, la DGIS reconoce un atraso en los casos de 2014”. ¿Atraso? ¿Cómo un atraso si están hablando de madres que están muriendo en forma sospechosa? Y para ponerle la cereza al pastel, esta Dirección General de Información en Salud, incumplió  con el envío de documentación sobre casos de muertes maternas sospechosas, que debió entregar el 14 de febrero de 2015. ¿Qué fácil incumplen? ¿Qué dirá la Contraloría de esto? ¿O también está en la frecuencia del incumplimiento? ¿Ocultamiento de información preliberada acaso? No quisiéramos pensar en ello, porque aun sería más grave y estamos hablando de vidas. ¿Qué pasa con el estado? Señor gobernador, señor secretario de gobierno, señor secretario de salud, señora procuradora, dejen de pensar en sí, que las mujeres de Baja California están muriendo por tantas y tantas causas, sin que ustedes siquiera lo noten. Ni una más, ni una mujer más asesinada en Baja California, eso es, lo que la ciudadanía les reclamamos!


Twitter: @mujeporlapaz