martes, 17 de marzo de 2015

Chistes de machos.

Chistes de machos.

Por Elvira Luna Pineda*


Es muy fácil hacerse el chistoso, dicen que en política el fin justifica los medios, sin embargo la experiencia reciente nos enseña que con hacerse el simpático no siempre se cumple el objetivo. Analicemos. Tan absurdo es decir que el gobernador Kiko Vega “quiso romper el hielo” en el evento donde expresó sus desafortunadas declaraciones regresando a las mujeres al lugar de donde históricamente tantas luchas ha costado para salir y tomar esos espacios que injustamente se nos han negado, como absurdo sería iniciar un evento del día del niño el 30 de abril haciendo “chistes y bromas” sobre maltrato infantil, expresando frases que aludieran a diferentes formas de castigar o violentar a niños y niñas en su día. Qué les parecería que el 3 de diciembre, día internacional para las personas con discapacidad, los eventos para su conmemoración iniciaran con bromas sobre la exclusión y marginación a la que estas personas han sido relegadas; que tal si ese día escucháramos “chistes” de la forma en la que se ha negado una educación igualitaria, seguridad social inclusiva, oportunidades equitativas, haciendo mofas de espacios laborales inexistentes o de poca paga. El 2 de diciembre ha sido declarado por la Organización de las Naciones Unidas como día internacional de la abolición de la esclavitud. Que tal iniciar con las actividades para recordar esa fecha escuchando “chistes” sobre la forma en la cual millones de personas en el mundo fueron cosificados y denigrados. Vendidas familias enteras, arrebatados de los brazos de sus madres niños y niñas ya que eran considerados cosas que podían ser vendidos e intercambiados a voluntad del amo, imaginen “chistes” sobre estas injusticias, e iniciar un evento en el que se recuerda este día con estas desafortunadas bromas. Vayamos a la patria. El 16 de septiembre celebramos nuestra independencia. Se imaginan ustedes que algún gobernante iniciara los eventos conmemorativos expresando “bromas” de la forma en la cual nuestros pueblos originarios fueron sometidos, asesinados, conquistados a fuerza de sangre y arrebatos de cultura y religión. Imaginen ustedes que esta lucha mediante la cual los héroes mexicanos nos dieron patria y libertad, sea desdeñada por algún gobernante y en vez de resaltar a nuestros héroes, heroínas y aquella lucha que costo miles de vidas,  nos cuentan en tono de “chiste para romper el hielo” las formas en las cuales sometieron los conquistadores al pueblo mexicano, justificando esto en que el gobernante que lo hace no sabe hablar bien y se le dificulta expresarse con claridad. El 20 de noviembre en México celebramos la Revolución Mexicana. Y de repente el evento conmemorativo inicia con “bromas y chistes” sobre la forma en la cual la clase obrera y población rural era explotada y su salario dependía de las famosas tiendas de raya en donde les pagaban en especie y mediante la cual quedaban endeudados de por vida ya que para asegurar la alimentación de sus familias requerían de mayores mercancías que aquellas que obtenían como pago por su trabajo. Abuso hacia esta clase trabajadora y campesinos utilizados como “chistes” para iniciar el evento con motivo de la Revolución Mexicana. ¿Qué les parecería? Así de irónico, así de absurdo, así de hiriente resulta que se quiera defender lo indefendible y de justificar lo injustificable ante las declaraciones misóginas del gobernador que ensalza con sus palabras formas patriarcales que han reproducido y perpetuado estereotipos de género que han derivado en desigualdad e injusticias afectando la dignidad y los derechos de las mujeres y las niñas. Por eso no queremos, no permitimos, no toleramos esos malos chistes de machos ni sus defensas infundadas. Y para la reflexión les comparto las interrogantes de Ayn Rand: ¿En qué se queda mi sabiduría si hasta los necios pueden mandarme? ¿En qué se queda mi libertad si todas las criaturas, incluso las más viles e impotentes son mis amos? ¿En qué se queda mi vida, si he de inclinarme, aceptar y obedecer?