Locura
Por Elvira Luna Pineda
Con eso de las alianzas promiscuas, parece
que el alcalde de Mexicali es un remedo local del ex candidato presidencial que
dijo “al diablo con las instituciones” y el cual fue considerado “un peligro
para México”. ¿Por qué hago esta referencia? Porque sin decirlo, en los hechos
el actual alcalde mexicalense, está mandando al diablo a la Constitución, a las
leyes y a las instituciones. No lo ha dicho ciertamente, pero está actuando tal
cual, al diablo todo porque en el gobierno municipal impera lo que él o no se
quien diga y ordene, y no así las sentencias emanadas del máximo tribunal del
país, es decir, la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Como ustedes saben una
pareja de jóvenes hombres de Mexicali por cuarta ocasión les es negado su
derecho a contraer matrimonio. Tanto ha sido la negación de sus derechos que
han acudido a la Corte y con sentencia a su favor en mano, el gobierno
municipal ha inventado uno tras otro pretexto para no realizar el acto civil.
El colmo ha sido el fin de semana pasado, donde según refieren los medios de
comunicación, el gobierno municipal ha iniciado un juicio denunciando “locura”
como impedimento para contraer matrimonio. ¿Qué pasará con esta acción
dilatoria de justicia y atentatoria de derechos emprendida por el gobierno
municipal? Al ser un juicio, lógico será largo, se prorrogará en el tiempo y
tendrá que dictaminarse por perito el impedimento de “locura” que se denuncia y
mientras tanto como lo señala la ley, aun cuando quien denuncia se desista, el
matrimonio civil no podrá celebrarse mientras no recaiga sentencia judicial que
declare la inexistencia del impedimento o se obtenga su dispensa. Sin embargo,
si la denuncia presentada por el gobierno municipal es falsa, deberá sujetarse
a las penas establecidas para el falso testimonio en materia civil y, en caso
de que el Juez declare en sentencia que no hay impedimento, el gobierno
municipal será condenado al pago de costas, daños y perjuicios, es decir, de
nuestros impuestos el gobierno desviará recursos públicos para pagar un litigio
y no acatar la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y seguir
negando el ejercicio de sus derechos a dos jóvenes mexicalenses. Y por si esto
no fuese suficiente, de conformidad con la nueva ley de amparo, los
funcionarios del gobierno municipal que se niegan a cumplir con la sentencia de
la Corte pueden ser separados de sus cargos, incluyendo a su superior
jerárquico, calidad que puede recaer en el mismo alcalde. Y a propósito, si el
alcalde quisiera cumplir con la Constitución, la ley y las instituciones como
lo gritó en su toma de protesta, el mismo casaría a esta pareja, así como los alcaldes casan a ricos
potentados y comparecen hasta en domicilios particulares de fraccionamientos
residenciales para ejercer las facultades de oficial de registro civil. Así las
cosas. Y volviendo al tema de la “locura” yo me pregunto: ¿LOCURA? Así hubiesen
dictaminado a tantas personas que se casan y violentan e incluso asesinan a sus
parejas. ¿LOCURA? Con ese calificativo y con esa celeridad hubiesen denunciado
a decenas de cientos de personas que tienen a sus hijos e hijas y los
maltratan, los venden, los tratan a través de la prostitución, o los asesinan
porque les estorban para iniciar su nueva vida. ¿LOCURA? Tal vez no con este
calificativo, pero si con otro debieran de calificar a tantos y tantos
funcionarios que aun casados con otras mujeres, tienen a sus novias cerquita,
ahí juntito pegaditos en la nómina oficial. ¿LOCURA? O cual es el calificativo
de tantos y tantos funcionarios de primeros niveles que se hacen los locos para
no mantener a sus hijos e hijas menores de edad y obligan a sus ex esposas a
deambular de oficina en oficina con sentencia en mano sin que nadie las reciba
para que les apliquen el descuento vía nómina. Todo esto no es locura, ni
impedimento, y menos peligro para ellos, para la sociedad o sus familias,
porque son religiosos empedernidos que hasta pueden cantar en los coros de la
iglesia los domingos. Alguien decidió que ellos si son buen ejemplo, ellos sí,
no importa que caminen de la mano con quien quieran, lo importante es que son
machos, muy machos y ellos si son buen ejemplo y buenos cristianos. Esto si es
locura. Y para la reflexión: #MisDerechosNoSonLocura. Nos leemos la semana entrante.