Los compadres
Por Elvira Luna Pineda
“Tiene poca mecha”,
“anda en sus días”, “es muy hormonal o trae la hormona arriba”, es muy
visceral”, “decide con el estómago”, “no tiene mano izquierda”, “es
protagónica”, “quiere llamar la atención” entre muchísimos otros son los
adjetivos calificativos que se cuelgan como etiquetas a las mujeres en los
andares públicos, políticos y/o profesionales. Sin embargo cuando todos estos
calificativos se los ganan y con creces los hombres de la política, pues
resulta que a los señores nadie pero nadie les llama hormonales, sino “hombres
de estado”. Y es así, con este preámbulo como llegamos a la actual novela que
protagonizan Juan Molinar Horcasitas –muy conocido por el tema de la guardería
abc cuando era director del Seguro Social, tragedia que costó la vida de 49
bebés, caso que por cierto sigue en la impunidad- y el ex presidente Felipe
Calderón. Analicemos. Calderón señaló que ve muy mal a su partido -el PAN- y
que visualiza tres alternativas: no hacer nada, tratar de reconstruirlo y
pensar seriamente en otra opción política. Con memoria flaca creo que ya olvidó
que en las ruinas éticas en las que se encuentra el PAN, el contribuyó y en
demasía. A este cuento de villanos se sumó José Isabel Tinajero, quien en su
calidad de secretario general del PAN le espetó a Felipe Calderón sobre la
posibilidad de su renuncia: “que se vaya, pero
ya; que no esté amagando con irse”. Muy conciliador el hombre, se le nota. Horcasitas
por su parte, palabras más palabras menos, en el documento llamado “Las rutas
políticas de Calderón y Madero”, señala que Felipe Calderón impone su voluntad
por encima de la de los panistas, dice además que no respeta las reglas
internas, ni las instituciones partidarias, ni las prácticas democráticas, y
señala que daña públicamente al partido y su dirigencia. Lo califica como
controlador y de usar malas formas como costumbre. Advierte Horcasitas que
Calderón esta solitario, que su temperamento lo ha llevado hasta ahí y asegura
que en su gestión como presidente, Felipe Calderón “participaba directamente en los procesos de
designación de candidatos y en otras decisiones importantes del Partido”; calificándolo
de irrespetuoso y abusivo hacia los líderes partidistas, líderes que según
señala Horcasitas, fueron impuestos en dos ocasiones por Felipe Calderón durante
su sexenio. Entonces me preguntó: ¿Cuáles líderes, si son impuestos? ¿Dónde
está el citado liderazgo? ¿Por qué Horcasitas hace públicos los defectos de
Calderón hasta ahora que no es Presidente y que ya no es su jefe? ¿Por qué no
dijo nada cuando Felipe Calderón también lo imponía a él? Tal parece que hasta
ahora le sale lo macho pues. En respuesta Felipe Calderón, le echa en cara a
Horcasitas que lo levantó de entre escombros políticos, le dice que es
mentiroso y que tiene amargura, y que esa amargura no la tenía cuando lo
propuso “sin margen de negociación” como consejero del IFE. Es decir,
ahora si el ex presidente Calderón ya de lejitos nos da un portazo de narices y
nos dice que si imponía a Consejeros del Instituto Federal Electoral. Al
parecer también dice Calderón que "el verdadero problema del PAN es que le
ha cerrado la puerta a los ciudadanos". Mi duda es, ¿Hasta ahora se da cuenta? Si la
puerta fue cerrada a la ciudadanía desde que él era presidente, y no sólo a
ciudadanos, también a militantes que con voz crítica, objetiva y constructiva señalábamos
los desaciertos partidistas y oficiales.
Horcasitas le revira argumentando “que
no miente, que disiente”. Tal parece que a estos políticos de la alta aristocracia
partidista, los poseyó el espíritu de la Chimoltrufia, porque así como dicen
una cosa, dicen otra. Muy valientes los dos, claro de lejitos y en cartitas,
sólo falta que hasta perfumadas estén. Creo que se defienden mejor callados.
Qué pena constatar que ambos han tenido importantes investiduras en este país y
que con semejante víscera han gobernado. Les sobra ego y les falta oficio
político y amor su país. Después de este capítulo de esta tragicomedia en donde
se pelearon los compadres, les invito a reflexionar las palabras de Abraham
Lincoln, "Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se
puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo". Nos leemos la semana entrante!
Twitter: @mujeporlapaz