Nada de nada.
Por Elvira Luna Pineda*
Una de mis autoras predilectas en lecturas de construcción de
entornos de paz es sin duda Jean Shinoda Bolen. En una de sus más grandes obras
literarias, “Mensaje urgente a las
mujeres”, se refiere al poder visible de las mujeres unidas y nos comparte
varios relatos de mujeres que descubrieron que juntas podían cambiar el rumbo
de las cosas. Uno de estos relatos es el siguiente: “En un poblado de Uganda, una mujer era asiduamente víctima de las
terribles palizas de su marido. Al igual que muchas mujeres maltratadas, cada
vez que sus compañeras expresaban su preocupación declaraba ser merecedora de
los golpes; sólo cuando ellas le hicieron ver que, si su marido la mataba, sus
hijos se quedarían sin madre, accedió a dejarse ayudar. La solución fue un
silbato de plástico. La siguiente vez que su esposo empezó a golpearla, ella
silbó, y las mujeres de las chozas circundantes, al oír el silbido, acudieron
de inmediato a la choza. Cada una de ellas fue pidiendo al marido: {Pégame a
mí, pégame a mí}. Al verse desafiado de esta manera, el hombre no golpeó a
ninguna. Pronto todas las mujeres del poblado llevaban uno de aquellos pequeños
silbatos de cinco centímetros, y ninguna de ellas volvió a ser golpeada. Esta
idea del silbato fue pasando de un pueblo a otro, lo cual acabó con el maltrato
a las esposas, y afianzó interiormente a las mujeres. El movimiento de los
silbatos de cinco centímetros acabó dando lugar a una legislación que declaraba
ilegales en Uganda los malos tratos dentro del matrimonio”.
En nuestro estado y particularmente en Mexicali existe una
gran preocupación social por los sucesos violentos que han dado como resultado
la desaparición de mujeres y su ulterior muerte, siendo encontrados sus cuerpos
abandonados en parajes solitarios, canales e incluso enterrados a unos pasos de
su casa familiar como el lamentable caso de la niña Janeth Lizbeth. Esta
preocupación ha sido el factor del despertar ciudadano en el cual las mujeres
al verse en riesgo ante la inacción de las autoridades han iniciado planes de
prevención, tanto individuales como familiares para salir de casa y regresar en
forma segura. No debe pasar inadvertido el surgimiento en redes sociales del “Apagón femenino”, invitación que recibimos gran cantidad de mujeres
mexicalenses con la finalidad de que las mujeres nos solidarizáramos con las víctimas
de desaparición y feminicidio, y elimináramos nuestra foto de perfil para
lograr que los hombres se preguntaran ¿dónde están las mujeres? Esta iniciativa
ciudadana ha causado muchas reacciones, incluso está siendo una plataforma de
propuestas en la cual mujeres madres de familia, estudiantes, profesionistas,
obreras, mujeres pues; están compartiendo lo que se necesita ahí en la colonia,
ahí en la parada del camión, ahí a la salida de las escuelas donde rondan
carros desde los que desconocidos siguen y acosan a niñas y adolescentes. Esta
y otras acciones e iniciativas ciudadanas que las mujeres están emprendiendo en
Baja California no pueden ser desdeñadas, ni por la sociedad ni por las
autoridades. Las mujeres estamos alzando un grito por la paz que no puede
causar NADA DE NADA. Y, ¿qué significa nada de nada? “Dime cuánto pesa un copo de nieve, preguntó un gorrión a una paloma silvestre}. NADA DE NADA, fue la
respuesta. En ese caso, he de contarte una historia, dijo el gorrión. {Me había
sentado en la rama de un abeto, muy cerca del tronco, cuando empezó a nevar.
Como no tenía nada mejor que hacer, me dediqué a contar los copos de nieve que
iban cayendo sobre los brotes y agujas de aquella rama. Conté 3,741,952. Cuando
el copo número 3,741,953 se posó sobre la rama -nada de nada, como dices- la
rama se desgajó}. Tras contar esto, el gorrión se alejó volando. La paloma, que
era desde los tiempos de Noé una autoridad en la materia, pensó en el cuento un
rato y, finalmente, se dijo a sí misma: Quizá falte solamente la voz de una
persona para que la paz venga al mundo". Referencia de Jean Shinoda Bolen.