Estado vs.
Mujeres y niñas.
Por Elvira Luna Pineda
Hace apenas unos días el mundo entero
celebró que Cuba se ha convertido en el primer país en eliminar el VIH de madre
a hijo durante el parto. Sin embargo respecto a este tema el informe del Grupo de Trabajo
conformado para atender la solicitud de la Alerta de Violencia de Género contra
las Mujeres en Baja California nos revela información sobre las acciones y
omisiones del estado. Analicemos.
Muerte de mujeres por VIH y transmisión neonatal
El
informe aludido revela que “en los años
2005, 2010 y 2013, en términos absolutos, Baja California ha ocupado los primeros
cinco lugares respecto a la mortalidad por VIH de mujeres. En 2005 ocupaba el
quinto lugar, en 2010 subió al segundo lugar y actualmente, se ubica en el
cuarto lugar”. Pareciera no importar que las mujeres en Baja California
enfrentan condiciones adversas, enmarcadas –como lo señala el informe- en un
contexto de diversidad y migración complejo que coloca a las mujeres en una
situación de mayor vulnerabilidad.
El Grupo de trabajo señala que la
tasa de mortalidad femenina en los últimos quince años en Baja California ha
ido en aumento.
Tijuana es el municipio de Baja
California en donde tiene lugar la tasa de mortalidad femenina más elevada por
VIH, “con una tasa cinco veces mayor que
la de Mexicali, seguida por los municipios de Tecate, Ensenada y Mexicali. Es
decir, en Tijuana ocurren el 83.6% de las muertes femeninas por VIH en la
entidad.
Una causa de muerte materna y
neonatal, con la cual Baja California se ha posicionado invariablemente en los
primeros vergonzosos lugares a nivel nacional, sin constatar políticas públicas
eficaces para prevenir la muerte de mujeres, además de la transmisión neonatal.
Hay casos tan desafortunados de madres
con VIH que en forma continua –casi cada año- tienen un hijo en algún hospital
general del estado, sin que el sistema de salud registre este caso e incluya a
estas mujeres en tratamientos y procedimientos médicos que prevengan que en un
nuevo parto la transmisión se dé, originando que el niño o niña recién nacido
sea infectado de VIH y desde su nacimiento prácticamente sea condenado a la
discriminación y a una vida sin calidad por motivos obvios.
¿Por qué el desdén o el desinterés
del estado? Señores y señoras, las mujeres están muriendo por tantas causas
prevenibles en Baja California, sin que el gobierno asuma su real
responsabilidad. Les vemos felices y proactivos en campañas y precampañas
insertando a sus esposas, novias, hijos, amigos o socios en espacios de poder y
candidaturas; con ese mismo interés y entusiasmo la ciudadanía de Baja
California quiere verlos trabajar y cumplir con la función oficial que les fue
encomendada. Qué bonito sería.
Omisión de la NOM-046
Otro aspecto altamente relevante
que este estudio visibilizó es la omisión de la aplicación de la NOM-046 en la
Secretaría de Salud del estado. La NOM-046 establece dos obligaciones claras y
precisas a los prestadores de servicios de salud: la detección de la violencia y la notificación de casos al Ministerio
Público, obviamente para que este inicie las investigaciones de la probable
victimización y tome las medidas legales que corresponden.
Al analizar el informe sobre este
tema, se expone que el Sistema de Salud sólo llega a dar aviso al Ministerio
Público en más de una tercera parte de los casos, a pesar de los niveles de
repetición de eventos de violencia, lo que restringe e imposibilita que las
mujeres que han sido víctimas en casi dos terceras partes no tengan acceso a
una serie de servicios como la consultoría legal o incluso la referencia a un
albergue o refugio, acciones que incluso pueden prevenir sucesos de violencia futuros, con total independencia a
la decisión de denunciar o no.
Defunciones de mujeres con presunción de
homicidio.
No
debe pasar desapercibido para la ciudadanía de Baja California que no obstante
que el estado ha reportado 677 asesinatos de mujeres y niñas del 2008 al 2015,
de los cuales sólo ha consignado 152, permaneciendo en el limbo de la impunidad
525 asesinatos de mujeres y niñas; pues esto no es todo, además el informe
revela un análisis que realiza el Grupo de Trabajo sobre la defunción de
mujeres con presunción de homicidio, en un periodo de 1985 a 2013.
El
Grupo de Trabajo señala que “Se trata de
decesos de víctimas del sexo femenino por agresiones, en los que la persona que
llenó el certificado de defunción consideró que había elementos suficientes
para suponer que se trataba de un homicidio”. ¿Y que revela el análisis?
Uno de los aspectos que desde mi opinión debe llamarnos poderosamente la
atención es que, las defunciones de mujeres con presunción de homicidio en el
año 2009 tuvieron su máximo histórico, con una tasa tres veces mayor a la
nacional, y coincidiendo con esto, en forma absurda, casual, omisa o en forma
inexplicable en este mismo año de 2009 con todo y este repunte de muertes
sospechosas la proporción de necropsias realizadas disminuyó drásticamente. Qué
raro, ¿no les parece? Esto nos indica que además no todos los asesinatos de
mujeres tienen abierta una investigación. Esto es muy grave.
Derivado
de esta práctica inexplicable del estado ante la muerte sospechosa de mujeres,
el Grupo de Trabajo instó a las autoridades de Baja California “a redoblar esfuerzos a fin de garantizar que
en todos los casos se realicen las necropsias correspondientes, obligatorias en
este tipo de defunciones”.
Muertes maternas y servicios de salud “perpetradores de violencia obstétrica”
No
conformes con esto, nuestro estado también muestra alto sospechosismo en
muertes maternas.
El
Grupo de Trabajo identificó y documentó que “Durante las visitas
in situ se documentó que el
personal que atiende el servicio de gineco-obstetricia y de urgencias no se
encuentra adecuadamente capacitado para el cumplimiento de la NOM referida, ya
que no realiza detecciones ni referencias oportunas a los servicios
especializados para este fin y se ha convertido en perpetrador de violencia
obstétrica: reprimendas injustificadas, humillaciones por las características
sociodemográficas de las pacientes y tratos irrespetuosos.
Por si esto no resultara altamente preocupante, el
Grupo de Trabajo se topó con lo que considera “presunción de ocultamiento de muertes maternas por el Sector Salud
estatal y la dilación en la investigación de las muertes que resultan
sospechosas en su diagnóstico…” ¿Qué significa esto? ¿Por qué las madres en
Baja California están muriendo por causas prevenibles en las salas de parto,
sin que al gobierno le interese?
El
informe refiere que “A partir de la información proporciona por la
DGIS, -Dirección General de Información en Salud
del Sector Salud estatal- se desprende que desde el 2011 se han incrementado
los casos sospechosos y que no existe una tendencia clara por la falta de
respuesta oportuna. En 2013 se obtuvo una respuesta oportuna en todos los
casos. Sin embargo, la DGIS reconoce un atraso en los casos de 2014”.
¿Atraso? ¿Cómo un atraso si están hablando de madres que están muriendo en
forma sospechosa? Y para ponerle la cereza al pastel, esta Dirección General de
Información en Salud, incumplió con el
envío de documentación sobre casos de muertes maternas sospechosas, que debió
entregar el 14 de febrero de 2015. ¿Qué fácil incumplen? ¿Qué dirá la Contraloría
de esto? ¿O también está en la frecuencia del incumplimiento? ¿Ocultamiento de
información preliberada acaso? No quisiéramos pensar en ello, porque aun sería
más grave y estamos hablando de vidas. ¿Qué pasa con el estado? Señor
gobernador, señor secretario de gobierno, señor secretario de salud, señora
procuradora, dejen de pensar en sí, que las mujeres de Baja California están
muriendo por tantas y tantas causas, sin que ustedes siquiera lo noten. Ni una
más, ni una mujer más asesinada en Baja California, eso es, lo que la
ciudadanía les reclamamos!
Twitter: @mujeporlapaz